La Urgente Necesidad de Conservar el Arte Rupestre Tacarigüense

Proceso de deterioro del soporte rocoso del petroglifo conocido como "Diosa de la Fertilidad", ubicado en el cerro La Copa del mcpio. Montalbán (estado Carabobo). Fuente de las imágenes: Arriba izquierda: Páez 1997; Arriba centro: Marvez 2009; Arriba derecha: Páez 2012; Abajo: capture video autoría del Movimiento Ecológico Montalbán (2024).

El arte rupestre, como testimonio milenario de las civilizaciones que habitaron nuestro planeta, constituye un patrimonio cultural invaluable que debe ser preservado con sumo esmero y cuidado. En la región Tacarigüense, centro-norte de Venezuela, se encuentran centenares de sitios y miles de representaciones visuales, las cuales son una ventana al pasado y un legado que enriquece nuestra identidad cultural. Sin embargo, la falta de atención y las amenazas constantes de deterioro ponen en riesgo su conservación. Es imperativo que las autoridades y los entes competentes en materia patrimonial asuman la responsabilidad de proteger y poner en valor estos sitios antes de que sea demasiado tarde.

El arte rupestre Tacarigüense no solo es un reflejo de la creatividad y espiritualidad de las culturas amerindias, sino también un recurso educativo y turístico que puede contribuir al desarrollo de la región. Las representaciones gráficas, que han perdurado a lo largo de los siglos, nos hablan de las cosmovisiones, rituales y formas de vida de los que nos precedieron. La significación cultural de estos sitios es profunda; no se trata simplemente de arte, sino de un lenguaje visual que transmite los valores, creencias y conocimientos de sociedades antiguas. Además, la transformación de las significaciones a lo largo del tiempo, influenciada por cambios sociales y la interacción continua con diversas culturas, les suma atributos como valor excepcional universal. Este valor radica en su capacidad para ofrecer una visión continua y evolutiva de la relación entre los seres humanos y su entorno natural.


Detalle de desprendimiento del soporte rocoso del sitio con arte rupestre Piedra de los Delgaditos, montañas de Vigirima, con la pérdida de una de sus representaciones visuales. Fuente: Capture de video autoría de Luis Ureña, publicado en su cuenta de Facebook Vigirima a Patica (2019).

Los sitios con arte rupestre Tacarigüense son testigos de la adaptación de las culturas a sus condiciones geográficas y de sus interacciones con otros grupos humanos a lo largo de los milenios. El grabado de imágenes visuales, la evolución de los estilos y la incorporación de nuevos símbolos reflejan un proceso dinámico de cambio y continuidad cultural. Este fenómeno no solo es de importancia local, sino que también contribuye al entendimiento global de la historia humana y de cómo nuestras civilizaciones han evolucionado en respuesta a desafíos y oportunidades a través del tiempo.

No obstante, a pesar de su importancia, estos sitios no han recibido la atención necesaria por parte de las autoridades, lo que ha resultado en un deterioro progresivo debido a factores como la erosión, la meteorización, el vandalismo, el saqueo y la falta de mantenimiento. La conservación del arte rupestre Tacarigüense debe abordarse de manera integral. En primer lugar, es necesario realizar inspecciones detalladas para evaluar el estado actual de estos sitios. Estas inspecciones permitirían identificar las áreas más vulnerables y establecer prioridades de intervención. Posteriormente, deben diseñarse y ejecutarse proyectos específicos de restauración, conservación y puesta en valor, que incluyan medidas para proteger físicamente los grabados rupestres, así como iniciativas para resaltar la significación cultural que las localidades otorgan y otorgaron a sitios y representaciones. 

La puesta en valor de estos sitios también es esencial. Esto implica no solo su conservación física, sino también su integración en programas culturales y turísticos que resalten su relevancia histórica y educativa. La creación de rutas turísticas, la instalación de centros de interpretación y la promoción de actividades educativas son estrategias que pueden fomentar el interés por estos sitios y generar beneficios económicos para la comunidad, a la vez que se garantiza su protección.


Remoción de tierra alrededor de un petroglifo del sitio con arte rupestre La Cumaquita, mcpio. San Diego (estado Carabobo). Foto: Jairo Torrealba 2011.

Es fundamental que los funcionarios y entes responsables en Venezuela reconozcan la urgencia de estas acciones. La pérdida de estos vestigios rupestres significaría un hiato irreparable para nuestra memoria colectiva. Además, la falta de intervención no solo afecta a la preservación del arte rupestre, sino que también limita las posibilidades de desarrollo económico y social en las comunidades cercanas.

En conclusión, la conservación y puesta en valor del arte rupestre Tacarigüense es una tarea que no puede posponerse. Las autoridades y los organismos competentes deben actuar de manera decidida para proteger este patrimonio, garantizando que las futuras generaciones puedan disfrutar de estos testimonios de nuestro pasado y que las comunidades locales se beneficien de su riqueza cultural. Solo así podremos preservar este legado y honrar la historia que nos define como pueblo.

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