Nuevo sitio con petroglifos en San Esteban: entre el reporte y la necesidad de una documentación rigurosa

El reciente reporte de un nuevo sitio con petroglifos en las montañas del pueblo de San Esteban, en el ámbito del Parque Nacional homónimo, representa un avance significativo para el conocimiento del arte rupestre de la región Tacarigüense del centro-norte de Venezuela. Con él se eleva a cuatro el número de sitios con arte rupestre reportados en la subcuenca del río San Esteban, dejando abierta la posibilidad de que existan otros por salir del anonimato. 

El nuevo reporte, realizado por el proyecto "Camino de Carabobo... Un camino", convalida la necesidad de continuar las exploraciones sistemáticas a lo largo del paisaje cordillerano del litoral tacarigüense a fin de registrar y documentar el mayor número de sitios con arte rupestre existentes. A partir de allí se podrán realizar aproximaciones sobre la distribución y el contexto socio-histórico de este legado material del pasado amerindio regional.

Hasta ahora, la información disponible del nuevo reporte es limitada. Se reduce a una infografía ubicada en el museo Casa Herrera de la ciudad de Puerto Cabello y a una imagen presentada en una ponencia online. Estos elementos, aunque constituyen una primera referencia, son insuficientes para un adecuado conocimiento del sitio. La falta de información contextual, descriptiva y analítica impide una evaluación rigurosa de su significado dentro del arte rupestre local y regional.

Esperamos que en el futuro se disponga de información que permita una mejor aproximación a este importante reporte. Se sabe, por lo expresado en la ponencia, que el sitio está "ya listo para presentarlo ante el Instituto del Patrimonio Cultural". También que se ubica en las montañas de San Esteban, a siete kilómetros del camino de tierra más cercano. Se compone, según, de tres petroglifos (tres rocas con representaciones visuales grabadas). 

Según el proyecto "Camino de Carabobo... Un camino", fueron vecinos del lugar quienes les transmitieron la información del sitio con arte rupestre. Esto es muy significativo. Las comunidades que habitan territorios con manifestaciones rupestres desempeñan un papel crucial en el registro sistemático y la documentación de estos bienes patrimoniales. Su conocimiento del entorno, su cotidianidad compartida con los paisajes que albergan estas huellas del pasado, y su capacidad para identificar alteraciones o hallazgos recientes, constituyen una fuente invaluable para los procesos de investigación y preservación. Más allá de su valor como testimonio gráfico y material del pasado, el arte rupestre forma parte del espacio vivido, cargado de significaciones y vínculos afectivos, históricos y simbólicos. La presencia de estos sitios en la vida diaria de las personas no solo los ancla a una memoria colectiva, sino que también configura sentidos de pertenencia y territorialidad que trascienden la dimensión arqueológica o artística. Sin embargo, con frecuencia, estos aspectos inmateriales son opacados por la tendencia a reducir el arte rupestre a su sola dimensión física, ignorando la densidad simbólica que lo conecta con las prácticas, relatos y experiencias que de alguna manera lo han mantenido vivo en la memoria social. Reconocer a las comunidades como guardianas y narradoras del arte rupestre no es solo un acto de justicia epistemológica, sino también una estrategia fundamental para su comprensión plena y su salvaguardia integral.

Otro aspecto a destacar sobre el nuevo reporte tiene que ver con la reticencia de los vecinos a que se divulgue la localización exacta del nuevo sitio, a fin de mantenerlo a salvo de los visitantes furtivos. Queda claro que la información exacta sobre la localización del nuevo sitio con petroglifos en la subcuenca del río San Esteban está reñido con cualquier acción que implique su conservación. Esta reserva en la ubicación responde a la creciente amenaza que representan las visitas no reguladas de senderistas, caminantes y grupos que organizan rallys de montaña o actividades de tipo lúdico, deportivo, turístico o religioso en entornos naturales sensibles del Parque Nacional San Esteban. Tales incursiones, muchas veces desprovistas de criterios de conservación, pueden derivar, como se puede constatar en numerosos casos, en daños irreparables al patrimonio rupestre. Ello se genera ya sea por el contacto directo con las superficies grabadas, la introducción de elementos ajenos al entorno o la simple alteración del paisaje circundante. Mantener incólumes estos espacios rupestres es una prioridad para su preservación a largo plazo, lo que hace indispensable promover estrategias de protección que equilibren la difusión del conocimiento con la necesidad de conservación efectiva.

Por lo pronto, faltaría que el proyecto "Camino de Carabobo... Un camino" proporcione mayores datos para un público especializado. Cabría señalar algunas objeciones a la presentación de la ponencia y a la exhibición museográfica de Casa Herrera. La presentación de nuevos reportes en el ámbito del arte rupestre exige un compromiso ético y metodológico que garantice la transparencia y el acceso a la información. Por ejemplo, en la ponencia la imagen de uno de los petroglifos fue parcialmente cubierta por elementos gráficos, impidiendo su observación integral. Esta decisión plantea una reflexión sobre la forma en que se divulga la información: si el propósito de exhibir un hallazgo es su análisis y difusión, resulta contradictorio obstruir su visibilidad. La claridad en la comunicación visual es un principio fundamental en la investigación arqueológica, pues permite la comparación y el estudio riguroso de las representaciones visuales, contribuyendo a su contextualización dentro de un marco interpretativo propenso a constante discusión y adecuación.

Por su parte, en la exhibición museográfica en Casa Herrera el nuevo reporte también es recreado sin una contextualización suficiente que permita comprender su importancia dentro del panorama del arte rupestre regional. En el ámbito museográfico es fundamental que la información proporcionada sea clara, precisa y accesible, permitiendo a los visitantes una comprensión adecuada de lo que se está presentando. La omisión de datos clave en la infografía del museo Casa Herrera impide que el público pueda diferenciar la imagen del petroglifo como un hallazgo reciente y valorarlo en su justa dimensión. La museografía debe garantizar que la información sobre los objetos expuestos sea comprensible y bien organizada, evitando interpretaciones erróneas y promoviendo un conocimiento riguroso del patrimonio arqueológico.

En definitiva, el manejo de la información en arqueología y patrimonio cultural debe seguir principios de accesibilidad y rigurosidad científica. Presentar un nuevo hallazgo implica más que anunciar su existencia; requiere situarlo dentro de un marco analítico que lo vincule con investigaciones previas y facilite su estudio en el futuro. Sin estos elementos, la información queda fragmentada y pierde su potencial para enriquecer el conocimiento colectivo sobre el arte rupestre, en este caso el tacarigüense. Un reporte adecuado debería proporcionar estos datos de manera clara, permitiendo que otros investigadores puedan evaluar su relevancia dentro del corpus del arte rupestre venezolano. 

En definitiva, las oportunidades para una divulgación efectiva del nuevo reporte (exhibición museográfica y presentación de una ponencia en el marco de un evento auspiciado por una institución universitaria) no fueron plenamente aprovechadas. Es crucial que futuros reportes de arte rupestre sean abordados con un enfoque más estructurado, asegurando que cada nueva manifestación sea documentada con la precisión y el detalle necesarios para su adecuada valoración. Solo así se podrá garantizar que estos testimonios del pasado sean comprendidos y protegidos de manera responsable, promoviendo una investigación accesible y de calidad. Esperamos, pues, que el proyecto "Camino de Carabobo... Un camino" pueda proporcionar, de manera precisa y perentoria, mayores datos respecto a este importante reporte.

Fuentes consultadas 

Grupo de Extensión KUPAI UCV. (2024, diciembre 5). Guardianes del pasado: importancia de la comunidad en la identificación de manifestaciones rupestres [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=QLUS1R-cbDI

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