Círculo Cultural El Petroglifo: epopeya cultural desde las piedras

En el corazón palpitante de Guacara, en la región Tacarigüense del centro-norte de Venezuela, donde el murmullo de las piedras habla en trazos y espirales, surgió una gesta cultural sin precedentes que dejaría huella en la historia local y, más allá, en la memoria del patrimonio venezolano. Fue en abril de 1975, impulsado por la llama visionaria del profesor Armando Torres Villegas —quien firmaba sus obras como “Sasarabicoa”— cuando germinó el Círculo Cultural El Petroglifo. Lo que comenzó como una conversación en el aula sobre arte rupestre, pronto se convirtió en una empresa colectiva guiada por el deseo profundo de “aprender a querer a Guacara”.

Aquel episodio fundacional, motivado por la referencia espontánea de un alumno que conocía unas “figuras” en Vigirima, desató un torrente de acciones: expediciones, descubrimientos, documentación, calcos, y la creación de una revista del mismo nombre que aún hoy es testimonio vívido del espíritu de aquella época. Las primeras incursiones al sitio conocido como Piedra Pintada —ignorado en buena medida por muchos de los guacareños— marcaron el inicio de una dedicación persistente y reverente hacia los petroglifos y su entorno.

Bajo la dirección de Torres Villegas, acompañado por figuras como Omar Idler, Fiorella De Marco, Germán Figueredo y otros tantos estudiantes y colaboradores, el Círculo Cultural El Petroglifo articuló un proyecto cultural integral. No solo se desplegaron grupos de investigación arqueológica que reconocieron y registraron yacimientos rupestres inexplorados en las filas montañosas de la cuenca del río Vigirima y La Cumaca, sino que también florecieron iniciativas artísticas como títeres, teatro, exposiciones plásticas, estudiantinas, literatura infantil, conferencias y festivales comunitarios.

Uno de los legados más notables de este movimiento fue la creación del Grupo de Investigaciones y Exploraciones Arqueológicas “El Petroglifo”, liderado por el propio Torres Villegas. Este colectivo, armado de herramientas modestas y de un fervor inquebrantable, emprendió la búsqueda y documentación de estaciones rupestres hasta entonces desconocidas. Corona del Rey, Las Rositas, La Cumaquita, El Corozo, El Jengibre, Guayabal y El Lunario fueron algunos de los sitios identificados y puestos en conocimiento de la comunidad local. Sus hallazgos no solo revitalizaron el sentido de pertenencia hacia un pasado amerindio silenciado, sino que también inauguraron un proceso pionero de divulgación del arte rupestre tacarigüense desde el llano entusiasmo de una agrupación autónoma y profundamente comprometida.

De izq. a der.: Ecorihuela, Omar Idler y Armando Torres Villegas.

La revista El Petroglifo no fue simplemente un órgano de difusión, sino un manifiesto impreso de la voluntad colectiva de resistir la transculturación y revalorizar la identidad. Tiradas de hasta 3.000 ejemplares circularon en Guacara, Valencia, Maracay y Caracas. Sus páginas recogieron estudios sobre los petroglifos de Vigirima, cuentos de niños de escuela, homenajes a poetas populares, denuncias sobre el deterioro patrimonial y la pobreza rural, y expresiones de un folklore vivo, amado y defendido.


El grupo extendió sus redes hacia instituciones de todo el país: IVIC, Universidad Central de Venezuela, Universidad de Carabobo, Sociedad de Ciencias Naturales, Instituto Pedagógico de Barquisimeto, entre muchas otras. Desde las montañas del centro del país hasta escenarios como San Fernando de Apure, El Tocuyo o Sanare, las presentaciones del coro, las obras teatrales y los talleres comunitarios llevaban consigo la impronta de un movimiento que no solo enseñaba, sino que sembraba dignidad cultural.

No menos épico ha sido el esfuerzo de registro, escaneo y conservación de la memoria de este movimiento. Gracias a la sensibilidad de Luis González, vecino de El Tocuyo y amante de la vida y obra del profesor Torres Villegas, los ejemplares de El Petroglifo fueron escaneados y preservados digitalmente, permitiendo así que esta historia no quede sepultada en el polvo del olvido, sino disponible para las nuevas generaciones como ejemplo de autonomía cultural, pasión por el conocimiento y defensa del patrimonio. Luis, estudiante de grado en Historia, nos cuenta lo siguiente: "La cercanía y amistad con el profesor Torres Villegas surgió por mi interés sobre los estudios arqueológicos en la ciudad de El Tocuyo, así como los aportes de J.M. Cruxent a la arqueología venezolana, fundamentalmente en sus estudios de la cerámica prehispánica. En ese conversar, me permitió conocer su trabajo docente, artístico y de investigación relacionado con el arte rupestre en la región del Lago de Valencia. Además, hay dos murales públicos realizados por el prof. Sasarabicoa, uno de los cuales representa la Serie tocuyanoide (pintado en una de las caras externas de las paredes del Museo Arqueológico J.M. Cruxent de El Tocuyo) y el otro se titula 'Mural holístico del arte rupestre venezolano', pintado al lado de la Casa de la Cultura de dicha ciudad. En definitiva, nuestra amistad gira en torno al estudio del arte rupestre, así como a la poesía, la música y diversas expresiones del conocimiento y la creación artística."

Luis González, artífice de la digitalización de los ejemplares de la revista El Petroglifo.

La herencia del Círculo Cultural El Petroglifo no puede medirse únicamente por sus publicaciones o descubrimientos, sino por el eco que dejó en las conciencias. Allí donde muchos veían solo piedras, ellos vieron signos y significados ancestrales. Donde otros callaban, ellos escribieron. Donde imperaba el olvido, ellos encendieron la memoria. Pero, citando mis propias palabras: "es de señalar que la más preciada contribución del prof. Torres Villegas se encontraría no en sus escritos -que son pocos-, sino en su ingente labor pedagógica que consintió la formación de otros investigadores que al día de hoy mantienen vigente su preocupación hacia el estudio de estos sitios arqueológicos. Siguiendo la senda señalada, la nueva generación elevaría el nivel de razonamiento científico hacia el conocimiento y comprensión de los procesos histórico-culturales acontecidos en la región tacarigüense. Nuevos talentos que, formados a través del ejemplo de su ímpetu y dedicación, vibrarían con el encuentro de los enigmáticos signos primigenios, como es el caso de Omar Idler y -en tanto que discípulo de este último- de quien escribe." (Páez 2021, pp. 172-173).

Hoy, en una era donde lo digital avanza y las raíces culturales se tornan difusas, volver la mirada a la epopeya del Círculo Cultural El Petroglifo es un acto de justicia. Porque en sus gestos está cifrado un mensaje urgente: el patrimonio vive en quienes lo abrazan, lo estudian y lo comparten. Que esta historia inspire a nuevas generaciones de exploradores del saber, defensores del arte rupestre, y sembradores de identidad. Como aquellos jóvenes de Guacara que, de la mano de un maestro, decidieron hacer del arte antiguo una bandera viva del presente. 

Referencias

El Petroglifo. (1976a). Órgano del Círculo Cultural “El Petroglifo”, Año I, Nº 1. Guacara, Venezuela. Disponible en: https://www.academia.edu/128629483/El_Petroglifo_1976_No1

El Petroglifo. (1976b). Órgano del Círculo Cultural “El Petroglifo”, Año I, Nº 2. Guacara, Venezuela. Disponible en: https://www.academia.edu/128629563/El_Petroglifo_1976_No2

El Petroglifo. (1976c). Órgano del Círculo Cultural “El Petroglifo”, Año I, Nº 3. Guacara, Venezuela. Disponible en: https://www.academia.edu/128629587/El_Petroglifo_1976_No3_

El Petroglifo. (1977a). Órgano del Círculo Cultural “El Petroglifo”, Año I, Nº 4 y 5. Guacara, Venezuela. Disponible en: https://www.academia.edu/128629613/El_Petroglifo_1977_No4

El Petroglifo. (1977b). Órgano del Círculo Cultural “El Petroglifo”, Año I, Nº 6. Guacara, Venezuela. Disponible en: https://www.academia.edu/128629629/El_Petroglifo_1977_No6

El Petroglifo. (1978). Órgano del Círculo Cultural “El Petroglifo”, Año I, Nº 7. Guacara, Venezuela. disponible en: https://www.academia.edu/128629640/El_Petroglifo_1978_No7_

Páez, Leonardo (2021). Etnohistoria del arte rupestre tacarigüense. Producción, uso y función de los petroglifos de la región del lago de Valencia, Venezuela. Ediciones Dabánatà. Museo Arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez, Universidad de Los Andes. Disponible: https://www.academia.edu/61970757/Etnohistoria_del_Arte_Rupestre_Tacariguense

Tacarigua Rupestre, espacio para la discusión teórica del arte rupestre de las tierras bajas del norte de Suramérica. Visita y suscríbete a nuestro canal de YouTube https://www.youtube.com/@Barutaima

Comentarios

Entradas populares de este blog

El estudio del arte rupestre venezolano. Retos y devenir histórico

Petroglifos de Vigirima: Dos yacimientos de Arte Rupestre de la Cuenca del Lago de Valencia, estado Carabobo, Venezuela

Los arawak y las manifestaciones rupestres del norte de Suramérica: de la amazonía a la región Nor-central venezolana