Petroglifos de La Cumaca. Apuntes para la preservación y puesta en valor del patrimonio rupestre de la cuenca del Lago de Valencia
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Grafía estación El Corozo |
Ponencia presentada en el XI Foro Nacional de
Investigadores de Arte Rupestre y Legado Indígena. Cátedra de Patrimonio Histórico,
Cultural y Natural de la Universidad Nacional Experimental Francisco de
Miranda. Ciudad Bolivia, municipio Pedraza, Estado Barinas. Año 2011.
Introducción
La comunidad de La Cumaca se encuentra ubicada en la región noroccidental de la Cuenca del lago de Valencia, al pie de la vertiente sur de la Cordillera de la Costa, en la zona norte del municipio San Diego del estado Carabobo. Allí se ubican restos arqueológicos de significativa importancia representados en un conjunto de rocas con grabados rupestres, fruto creador de los grupos aborígenes que poblaron el territorio tacarigüense desde antes de la llegada de los invasores europeos.
Estos bienes arqueológicos se localizan mayormente en un sector conocido con el nombre de Lambedero, espacio comunitario de reciente fundación, iniciada a finales del pasado siglo cuando se ocuparon forzosamente terrenos de la Nación usufructuados por el pisatario Francisco DiCriscio, quien los utilizaba para el pastoreo de ganado vacuno de la hacienda La Cumaca, siendo esto causal de su peculiar topónimo pues se cuenta que las reses “iban a lamer” a esos potreros. El sector abarca un área aproximada de diez hectáreas, siendo sus linderos: por el norte el sector La Planta y el Parque Nacional San Esteban; sur, el sector Sanchero Camoruco; este, el sector Los Almendrones; y oeste, la naciente del río Cúpira.
El sector Lambedero ocupa un terreno escarpado en la falda de un estribo montañoso de la Cordillera de la Costa perteneciente al Parque Nacional San Esteban, entre los 503 y 554 m.s.n.m., próximo a la margen derecha del río San Diego. Su vegetación es la propia del ramal litoral de la cordillera, donde destacan gramíneas y chaparros, bastante intervenida por los factores antrópicos (León, O.; Delgado, Y.; Falcón, N. y Delgado, R.: 1999), con secciones boscosas relacionadas con los riachuelos intermitentes y escorrentías que desaguan en el río antes mencionado. La temperatura promedio anual es de 26 ºC, favorablemente condicionada por las bondades que ofrecen la altitud y la falda de la montaña.
A finales del año 2000, debido a la presencia del material arqueológico expuesto a sufrir deterioro total o parcial por la ocupación de las tierras, la Asociación Civil Diego Guárate promovió la realización de un registro sistemático de estos bienes, realizando las diligencias necesarias que permitieron el inventario y registro general del sitio por un equipo de trabajo dirigido por Omar Ydler, para ese momento coordinador del Museo Parque Arqueológico Piedra Pintada, institución ubicada en el municipio contiguo de Guacara.
Esta actividad permitió inventariar manifestaciones del Arte Rupestre representado en 15 afloramientos rocosos de pequeñas y medianas dimensiones, con 45 símbolos grabados que de acuerdo a su dispersión fueron codificados en cuatro estaciones (Ydler: 2000). Entre las conclusiones de esta intervención suscritas por Ydler, en un ensayo preliminar hasta la fecha inédito, está la recomendación explícita de decretar al lugar “sitio de reserva arqueológica”, dado su valor histórico y las posibilidades de utilización como aula abierta para la enseñanza y comprensión de los procesos del período antiguo venezolano, además de sus potencialidades para el fomento de una industria turística en la zona (Ibidem).
A pesar de los esfuerzos el proceso invasivo continuó su cauce, dando vida al sector que hoy nos ocupa. Con el transcurrir del tiempo muchas de las primigenias parcelas fueron divididas y vendidas en pequeños lotes, avecindándose personas foráneas que actualmente han formado junto a los oriundos del lugar un espacio por demás acogedor y heterogéneo en pleno crecimiento y ebullición, totalizándose a la actualidad un aproximado de 103 familias y 420 personas. Es así como en la última década este espacio pasó de ser un sitio utilizado en labores pecuarias de poco impacto ambiental a un lugar de residencia polifamiliar, produciéndose un cambio abrupto en las condiciones del paisaje y un reacomodo del sitio a las nuevas necesidades en función del uso como sitio de habitación dado por sus ocupantes.
Inventario y situación actual de los bienes arqueológicos
A través de varias visitas de campo efectuadas en los meses de agosto y septiembre del año en curso se pudo constatar la existencia de 17 rocas con grabados rupestres, codificadas -tomando en cuenta el nuevo ordenamiento espacial- en 9 estaciones. Un análisis preliminar arroja el resultado de 58 grafías o símbolos, con una cantidad indeterminada de surcos o señales de percutidos que para su inclusión en el registro ameritarían un trabajo más conspicuo. A continuación se pasa a enumerar la situación de cada una de las estaciones, manteniendo para éstas la nomenclatura propuesta por Ydler en su informe del año 2000:
Estación Piedra Las Caritas. Contentiva de una roca de medianas dimensiones presumiblemente rodada de su posición original, está ubicada en un espacio inclinado de la parcela del señor Javier González, aledaña a la calle principal de La Cumaca. Posee cuatro símbolos grabados con la técnica de percusión indirecta, de surcos tenues y poco profundos. La roca se encuentra obstaculizando los trabajos de banqueo del terreno y pozo séptico que el señor González se encuentra realizando para urbanizar el espacio, además de la dificultad que causa para el cercado de sus linderos.
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Detalle estación Piedra Las Caritas |
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Fractura laminar en roca estación El Corozo |
Estación Piedra de La Greca. Ubicada en un espacio público aledaño a la calle principal de La Cumaca, entre las estaciones de El Corozo y El Altar de la Virgen. Posee dos rocas de pequeñas dimensiones con 6 grafías de surcos muy tenues y desgastados, siendo su observación difícil hasta para el versado. Éstas están ceñidas a una pared de bloques que demarca la propiedad colindante y zigzaguea pegada a ellas por tres de sus costados, formando una especie de recodo de aproximadamente 25 metros cuadrados. Se observaron en las rocas restos de mezcla de cemento, realizándose una ligera intervención manual para desprender las porciones más grandes y dejando la segregación total a la acción natural. Por lo demás estas rocas no poseen mayor exposición al deterioro que las causadas por la intemperie, los pequeños formatos del soporte y lo exiguo de los surcos.
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Grafía estación Piedra La Greca |
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Detalle estación El Altar de La Virgen |
Estación Piedra del Juego. Esta nomenclatura se recoge como propia de los lugareños en el informe de Ydler del 2000, posiblemente debida a las decenas de pequeñas cúpulas o semiesferas grabadas que contiene esta roca de grandes dimensiones, en compañía de otras cuatro grafías. La peña se localiza en un espacio público, al principio de un camino vecinal que comunica una de las calles del sector con el sitio del “Altar de la Virgen”. En líneas generales su exposición al deterioro está signada por la intervención algo ingenua de los niños del lugar que furtivamente se suben y bajan de ella, sumándola a sus espacios de diversión y entretenimiento.
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Vista general estación Piedra del Juego |
Estación Piedra de la Espiral. Ubicada dentro de la parcela “Mija” propiedad del señor Emiliano Rodríguez Artigas, esta roca de poca dimensión está inventariada por Ydler con tres símbolos, sin embargo sólo se observaron dos y una serie de percutidos indefinidos. Se encuentra lejos de la vista externa y desde toda perspectiva libre de deterioro por factores humanos, en cuanto que se encuentra en un espacio alejado de obras de construcción, además de la consideración que demuestran sus custodios hacia su conservación.
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Trabajo de limpieza en estación Piedra La Espiral |
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Estación Piedra del Camino |
Estación Piedra de la Rana. Se compone de dos rocas afloradas casi a ras de tierra que contienen un total de 13 grafías, ubicadas una en la calle principal de Lambedero frente a la casa de la señora Rosa Alejos y la otra en la propiedad de la antes mencionada. En cuanto que la última no presenta factores de riesgo de deterioro principalmente por el celo de su custodia, la primera recibe las irrupciones del paso cercano de vehículos que otrora recibía con mayor impacto, pues el trazado inicial de linderos del naciente sector determinó su asiento forzoso en el centro de esta calle, salvándose de ser destruida por la oportuna intervención de algunos preocupados vecinos que produjeron el posterior desvío del camino a uno de sus costados. Otro factor latente de deterioro está en la futura pavimentación de la calle, con la construcción de aceras y brocales y en el necesario acondicionamiento eléctrico que pudieran producir una desmejora cualitativa y cuantitativa del petroglifo.
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Grafía Piedra de La Rana |
Estación Piedra de los Hombres. Es una roca de mediano formato localizada en la parcela “Marimar”, propiedad del señor Reinaldo Acosta. Contentiva de tres grafías, se ubica ceñida a una vivienda y a una cerca de “alfajol” que delimita la propiedad y rodeada de plantas que hacen difícil su acceso y visión desde la calle. En líneas generales no se observan factores que puedan producir su deterioro, pudiendo tan solo acotarse lo solapado de su ubicación y la dificultad de su puesta en servicio como recurso para el desarrollo endógeno comunitario.
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Detalle grafías en estación Piedra de Los Hombres |
Conclusiones, recomendaciones, consideraciones generales
El trabajo de campo efectuado en la comunidad muestra la existencia casi en su totalidad del material rupestre inventariado en el año 2000 por el equipo comandado por Ydler, incluso incrementándose con esta intervención, realizada con mayor dilación y sobre la base de esos pioneros resultados. Esto demostraría el grado de información, conocimiento y/o concienciación de los vecinos hacia el hecho patrimonial, influenciado por los trabajos de sensibilización antropológica desarrollados en el área por SEMARVE, entre otras actividades auspiciadas por algunos preocupados habitantes e instituciones públicas y privadas. Sin embargo, si bien ha sido poca la pérdida total de objetos culturales, se evidencia a su vez el deterioro que los factores antrópicos han causado y pueden causar en ellos, producto del uso, ampliación y acondicionamiento de los espacios que -en la mayoría de los casos- han sido realizados sin tomar en cuenta la garantía de perpetuidad del bien patrimonial ni su puesta en valor como instrumento de desarrollo endógeno comunitario. Lo que concluye que aún falta mucho por hacer en este sentido.
A su vez ha quedado de manifiesto el cambio que en los últimos años se ha producido en el entorno ambiental del espacio estudiado a raíz de su uso y ocupación como sitio de habitación. Es menester, por tanto, establecer un reordenamiento de los bienes arqueológicos allí alojados sobre la base de las nuevas condiciones del medio, permitiendo garantizar su preservación en función de la valoración y puesta en uso como recurso para el surgimiento de formas sustentables de desarrollo. Para ello es necesario coadyuvar al establecimiento de vínculos afectivos y relaciones de pertenencia entre la comunidad y su patrimonio, siendo el primer paso para alcanzar estos objetivos el conocimiento de su existencia y la historia que representan, además de su trascendencia como elemento identitario de la nación (Páez, 2008).
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Recorrido con integrantes Brigada Ambientalista La Cumaca |
El análisis de esta intervención prueba sin temor a equívocos que los principales riesgos de deterioro o destrucción que tienen que enfrentar los petroglifos del sector Lambedero son los causados por factores humanos, producidos con el avance urbanístico que reacomoda y reacondiciona el lugar para el uso residencial. Queda revelado que esta necesidad de sociabilización del espacio otrora natural no ha tomado en consideración a estos objetos, siendo relegados, obviados, invisibilizados, ignorados o desvalorados frente al avance de las fronteras urbanas y el impulso demográfico que los arropa.
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Estación Piedra de La Rana y su contexto |
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Estructura del sector Lambedero ejecutada para funcionar como sitio de venta de artesanías |
Ahora bien, la puesta en valor para el turismo cultural y educativo de los bienes patrimoniales aquí tratados está signada en la necesaria reordenación espacial, garantizando la preservación, el desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje y el goce y disfrute a través del libre acceso, mesurado y consciente. Es por ello que podría pensarse en la posibilidad de remoción de las rocas que, por las circunstancias tratadas en párrafos precedentes, han quedado en espacios públicos o privados que privan su perpetuidad y activación para el desarrollo local, trasladándolas hacia un espacio comunitario acondicionado especialmente para su conservación y puesta en uso, con criterios de sostenibilidad y sustentabilidad. Esto es perfectamente viable si se logra el concurso de expertos en la materia, debidamente autorizados por los entes competentes, que diseñen, ejecuten y supervisen lo delicado y frágil de la operación, desde la forma de sustracción y traslado hasta el acondicionamiento del espacio de exposición final. Lo anterior remite a la creación en la comunidad de un Museo Parque Arqueológico, institución cultural con la estructura e infraestructura necesaria para acometer con éxito los fines de preservar, valorar, exponer, entre otros, los objetos bajo su custodia.
Vale decir que lo ideal y recomendable en el caso de las manifestaciones de Arte Rupestre es que éstas reposen en su sitio de origen, pues el contexto en que fueron realizadas conforma un todo indivisible con el objeto en sí, arrojando pistas sobre su uso, significancia, cronología, autores, entre otros datos importantes para su estudio. Sin embargo, en este caso la propuesta de remoción se justifica en cuanto que el avance de la frontera urbana “profanó” el sitio arqueológico, dejando relegados los objetos y condenados a su paulatina desaparición, a la vez de imposibilitarse o hacerse difícil la concreción efectiva de proyectos de desarrollo en torno a ellos. Otro elemento a mencionar es la posibilidad de que algunas rocas ya se encuentren rodadas de su posición original, como se deja entrever en las estaciones de la Piedra de la Greca y la Piedra Las Caritas. En todo caso, la remoción de las rocas seleccionadas debe hacerse previo registro sistemático realizado por especialistas, colectando todos los datos posibles, dando fe especialmente de su primaria localización.
Un punto a tratar de importancia capital en este tema es el espacio de reubicación final para los petroglifos de Lambedero, teniendo éste necesariamente que estar localizado -sin ninguna clase de negociación- en la misma comunidad. En Venezuela se cuentan algunos casos de remoción, por razones de conservación u otras, en que los petroglifos son trasladados lejos de su lugar de origen, perdiendo los lugareños su herencia cultural y los ingentes beneficios que su puesta en valor les pueden proporcionar. Tal es el caso de algunos petroglifos de Guri, del estado Bolívar, sustraídos por la construcción de la famosa represa y trasladados a la Galería de Arte Nacional en Caracas, o el de los petroglifos de Las Astas, en el estado Cojedes, un conjunto de 32 rocas separadas de su contexto y reubicadas separadamente en diferentes sitios (Weber, 1996).
Afortunadamente la comunidad cuenta con un espacio público idóneo para utilizarse en estos fines, conocido con el nombre de Parquecito El Mastranto, ubicado al pie de un estribo montañoso contentivo de una pequeña pero significativa reserva arbórea. Esta área, a la espera de activación para el bien colectivo, podría convertirse en el espacio para la puesta en funcionamiento de la institución museística, alojando finalmente a los petroglifos propensos a deterioro y destrucción; ente que estaría llamado a convertirse en eje dinamizador de los procesos de desarrollo local a través de la conservación, valoración y puesta en uso del patrimonio arqueológico de la zona y demás potenciales naturales y culturales de la comunidad. Esta entidad cultural, regentada por avecindados debidamente capacitados para cumplir los roles inherentes a los fines de su creación, cumpliría el papel de conservación, estudio, exposición y valorización de los objetos bajo su custodia, añadiendo el de transmisión, comunicación y reelaboración -en conjunción con los usuarios- del conocimiento que se desprende de ellos (Seglie, 2004 [2003]). Su mayor correspondencia estaría relacionada con el mundo de la escuela y sus estudiantes, convirtiéndose en referencia significativa para el proceso de enseñanza-aprendizaje de la historia e identidad cultural de la nación. De igual manera, la apertura de este espacio redundaría en beneficios sociales al permitir la formación de fenómenos económicos sostenibles y sustentables en el tiempo, lográndose mayores resultados que otras iniciativas transitorias diseñadas para enfrentar esta situación.
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Detalle del sitio conocido como Parquecito El Mastranto. Sector Lambedero |
De acuerdo al análisis de los datos obtenidos en la ejecución del trabajo de campo, el nuevo reordenamiento urbanístico de la comunidad consentiría la permanencia en sus sitios de origen -con la debida valorización y custodia de los habitantes- de las rocas rupestres de las estaciones El Corozo, El Altar de la Virgen y la Piedra del Juego, teniendo forzosamente que removerse las demás hacia el espacio museístico propuesto, desapareciendo las estaciones Piedra Las Caritas, Piedra de La Greca, Piedra de la Espiral, Piedra del Camino, Piedra de la Rana y Piedra de los Hombres. De esta manera se tendría un circuito integrado por tres estaciones originarias y una nueva estación integrada por siete rocas depuestas de sus oriundos lugares, acogidas por el nuevo espacio museístico. Con esta nueva disposición de los bienes se consentiría el desarrollo mesurado y consciente del turismo cultural, creándose el conjunto de elementos o servicios necesarios y el espacio estructural que sirva de sede al personal humano capacitado encargado de llevar la planificación y ejecución de acciones dirigidas a tal fin.
La nueva dinámica social y cultural sustentada en el nuevo ordenamiento jurídico emanado de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual propugna y defiende la participación, el protagonismo, los derechos culturales y la legitimidad política, obliga al diseño de políticas culturales basadas en el diálogo entre las comunidades y los entes del Estado. Es por ello que las fuerzas vivas de la comunidad de La Cumaca, de la mano con los entes gubernamentales con competencia en la materia -a los cuales se dirigen explícitamente estas reflexiones- están llamados en conjunto a sacar de la ignominia el patrimonio cultural de esta localidad; a ellos el exhorto. Queda pues, el presente cuerpo de ideas a la disposición para su discusión, debate, enriquecimiento, desglose, aprobación o desaprobación.
Hasta aquí llega el rol que como activador cultural se desempeña con la presente iniciativa, quedando latente a la espera de respuestas que se desprendan de las bases populares organizadas y la activación del aparato estatal venezolano, en pro de colocar en su justa dimensión el potencial cultural de la comunidad de La Cumaca y con ello los valores identitarios de la Nación.
Referencias
Arguello, P. (2006). Restauración y educación en el arte rupestre. Notas sobre un caso Colombiano (Parque arqueológico de Facatativá). Consultado en junio de 2009 en: http://rupestreweb2.tripod.com/facaresta.html
León, O.; Delgado de S.; Falcón, N.; Delgado, R. (1999) Los petroglifos y cosmogonía prehispánica en la cuenca del lago de Valencia (Venezuela). Revista FACES, año 8, nº 18. Octubre 1999-mayo 2000. Págs. 37 al 50. Valencia, estado Carabobo.
Martínez, D. (2008). Vallas informativas y arte rupestre. ¿Visibilización de lo público o exposición de lo frágil? Consultado en junio de 2009 en: http://www. rupestreweb.info/vallas.html
Páez, L. (2008). La creación artesanal y la difusión del patrimonio: experiencias de un artesano investigador. En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/artesanal. html
Santana, A. (1998). Patrimonio cultural y turismo: reflexiones y dudas de un anfitrión. Consultado en mayo de 2003 en: http://www.culturacanaria.com/turismo/ pagina1.htm
Seglie, D. (2004). Arte rupestre y escuela: la conservación preventiva. Consultado en diciembre de 2008 en: http://rupestreweb.tripod.com/escuela.html
¡Hola amigo!... ¡Felicitaciones!!! Buen comienzo del blog.
ResponderEliminarMe gusto mucho y seré tu primera seguidora.
Marulanda
¡Naguara!... y yo que pensé que seria la primera amigo…ja…ja…ja!!!
ResponderEliminaramigos quero compartir estas palbras
ResponderEliminarlas huellas en las piedras no seran borradas si tenemos personas que las conserven,
concienticemos y concervemos estos espacios dejados por nuestros hermanos.
willian
HOla Leo qué grato encontrar este blog!!!
ResponderEliminarun abrazo, David Ocanto
saludos de hermandad me gustaria compartir con ustedes unos videos sobre los petroglifos de carabobo, amigo leo se los estoy enviando a su correo para que lo socialices en el blog. willian
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ResponderEliminarestaria interesado en conocerlo y abrir una campaña para la investigacion arqueologica.
escribame a romar.troisi@gmail.com
Gracias por este documento para hacer conciencia. Habrá que incentivar a los dramaturgos para que escriban pequeñas obras escolares, sobre este tesoro para los niños de la Cumaca y en especial los de Lambedero.
ResponderEliminarHola Leo, con tu permiso compartiré este fabuloso trabajo en mi pagina: https://www.facebook.com/ArteRupestreEnPuertoCabello?ref=hl , ya que este sábado 05-04-13. Fuimos a realizar el recorrido de reconocimiento en la Cumaca. Es nuestra clase practica del diplomado de Arte Rupestre II cohorte. Carabobo. Te saludo cariñosamente!
ResponderEliminarBuenas tardes! cómo hago para comunicarme con ustedes. Iliana Mogollón, periodista del diario Notitarde.
ResponderEliminarSaludos Liliana! Favor escríbenos al correo leopaezorama@gmail.com
EliminarTe felicito Leo!!! Un trabajo profesional
ResponderEliminarGracias por las palabras de aliento!
EliminarTe felicito Leo!!! Un trabajo profesional
ResponderEliminarExelente trabajo profe cuente con este librero de nagua para todo.
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