La construcción pétrea de Cucaire: de manifestación rupestre a megalitismo contemporáneo

La construcción pétrea de Cucaire, en el estado Falcón (Venezuela), representa un caso paradigmático de cómo el investigador de arte rupestre debe enfrentar con prudencia y rigor científico las evidencias materiales halladas en el paisaje. Ubicada en el sector La Peña, a orillas de la carretera vieja Coro–Churuguara y a escasos metros de una iglesia, esta disposición de lajas en posición vertical y en formación circular llamaron la atención de Alejandro Suárez, quien en enero de 2021 realizó un primer registro fotográfico y descriptivo. La impresión inicial estaba mediada por la sugestión espacial: un pueblo casi deshabitado, el emplazamiento de piedras en posiciones aparentemente intencionadas y la cercanía de una edificación colonial reforzaban la hipótesis de un origen amerindio. En este sentido, para Alejandro el paisaje se presentaba como una “escena cultural”, evocando narrativas de antigüedad. 

La construcción pétrea de Cucaire. Foto: Alejandro Suárez, 2021.

Sin embargo, el contraste entre la expectativa y la verificación empírica emergió con fuerza. La indagación posterior de Alejandro, sustentada en entrevistas con vecinos y visitas reiteradas al sitio, reveló que las estructuras no correspondían a un legado amerindio, sino a una intervención reciente. Resultó que la construcción fue ejecutada hacia inicios del siglo XXI por Bernardo Namias, practicante de rituales eclécticos de filiación espiritista. El emplazamiento de grandes lajas levantadas con herramientas modernas y la observación de pátinas incompletas en las superficies pétreas confirmaron la contemporaneidad de la obra. De este modo, lo que inicialmente podía interpretarse como un vestigio amerindio resultó ser un ejemplo de lo que Suárez acertadamente denominó “megalitismo contemporáneo”: construcción pétrea que, si no se documenta oportunamente, en el futuro podrá ser confundida como genuina manifestación de arte rupestre.

Este caso ilustra la necesidad de un extremo cuidado metodológico en los estudios de arte rupestre y arqueología del paisaje. La tendencia a interpretar cualquier construcción pétrea o marcas sobre superficies rocosas (grabadas o pintadas) como parte del pasado profundo venezolano puede conducir a equívocos de difícil rectificación en el futuro, especialmente si el paso del tiempo contribuye —como señala Alejandro— a la formación de pátinas que conferirán a las piedras un aspecto de antigüedad. Suárez llama la atención sobre la necesidad de dejar constancia escrita y fotográfica de la reciente factura de tal disposición, pues se corre el riesgo de que en pocas décadas pueda ser registrada erróneamente como monumento amerindio.

Foto: Alejandro Suárez, 2021

El análisis de este caso desde la arqueología del paisaje refuerza la necesidad de considerar los múltiples niveles de significación que se entretejen en un territorio. Como sostiene Tilley (1994), los paisajes no son simples escenarios neutrales donde se ubican los objetos arqueológicos, sino espacios cargados de memoria, agencia y narrativas, construidos a través de la interacción entre naturaleza y cultura. En Cucaire, la ubicación de la construcción pétrea junto a la carretera y cercana a una iglesia no puede desligarse de las prácticas e imaginarios actuales, pero tampoco de la mirada arqueológica que proyecta posibles lecturas de ancestralidad. Es precisamente en esta intersección —entre el presente performativo y la evocación del pasado— donde se genera el riesgo de confusión interpretativa.

Por lo menos un caso semejante se puede traer a colación en Venezuela. En efecto, en el estado Carabobo (centro-norte del país), el denominado “Grabado de Borburata” (Tacarigua Rupestre, 2025) constituye un ejemplo de cómo una imagen grabada sobre un soporte rocoso desplazado de su posición original y sin constancia de su procedencia, puede ser interpretada —como recientemente se ha tenido conocimiento— como una genuina manifestación rupestre. Aquí, el investigador enfrenta el mismo reto de Cucaire: cómo distinguir entre lo auténticamente amerindio y lo producido por actores contemporáneos que, consciente o inconscientemente, generan materialidades que evocan el pasado profundo. 

La experiencia de la construcción pétrea de Cucaire y el "Grabado de Borburata" permiten comprender que sin un marco contextual claro un hallazgo puede generar interpretaciones erróneas, incluso si su apariencia remite a una tradición rupestre antigua. En ese sentido, el contexto arqueológico legitima el valor histórico del hallazgo, actuando también como salvaguarda contra narrativas que desvirtúan el conocimiento del pasado antiguo local al que las memorias de las comunidades actuales —que habitan y resignifican el paisaje— no tienen acceso.

El "Grabado de Borburata". Foto: Germán Flores, 2016.

El propio Suárez señala un aspecto clave para la reflexión metodológica en el estudio del arte rupestre: con el paso del tiempo, entusiastas o, incluso, investigadores profesionales, podrían concluir erróneamente en suponer que materialidades contemporáneas sean vestigios amerindios. De allí la urgencia de registrar y publicar con claridad estos hallazgos, para evitar lo que Ingold (1993) denomina la ficción del paisaje como pasado dado, es decir, la tendencia a asumir que toda huella material corresponde automáticamente a una temporalidad remota. Señala Ingold que el paisaje es temporalidad encarnada, resultado del habitar humano y no humano, siempre en movimiento, nunca cerrado ni acabado.

En suma, el caso de la construcción pétrea de Cucaire enseña que el paisaje debe leerse en clave multitemporal, reconociendo la superposición de prácticas, memorias y materialidades, tanto antiguas como contemporáneas. La verdadera labor de quienes investigan arte rupestre es, en consecuencia, asegurar que el patrimonio se entienda en su complejidad y no se reduzca a interpretaciones erróneas que, aunque bienintencionadas, desfiguran la historia cultural de los pueblos.

Referencias

Ingold, T. (1993). The temporality of the landscape. World Archaeology, 25(2), 152–174.

Tacarigua Rupestre (2025, abril). El grabado de Borburata: Petroglifo u obra contemporánea. Disponible en: https://tacariguarupestre.blogspot.com/2025/04/el-grabado-de-borburata-petroglifo-u.html

Tilley, C. (1994). A phenomenology of landscape. Places, paths and monuments. Oxford: Berg.

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