Inventario del arte rupestre venezolano: contribuciones de Höfle, Szabadics y Leitner
La obra Signos del pasado. Petroglifos. Centro y Nord Oeste de Venezuela (2024), de Eva Höfle y Jenny Szabadics y la participación protagónica de Peter Leitner, representa una contribución excepcional y sin precedentes al conocimiento del arte rupestre venezolano, particularmente en las regiones de la Cordillera de la Costa del centro-norte del país. Editada por el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM), esta publicación es fruto de décadas de trabajo de campo intensivo, desarrollado en condiciones ambientales y logísticas adversas, y da cuenta del registro de una cantidad de sitios con petroglifos en los estados Aragua, Vargas, Carabobo y Falcón.
La obra abre con un Prólogo que contextualiza la intención del libro: difundir el conocimiento de un legado histórico de larga duración que ha permanecido ignorado o subvalorado tanto en la historiografía oficial como en las prácticas patrimoniales institucionales. Las autoras evocan una mirada que resiste a la interpretación arbitraria o romántica del arte rupestre, concentrándose en el registro empírico y minucioso de los petroglifos. Se subraya la ausencia de información confiable sobre la autoría, cronología y funcionalidad original de estas manifestaciones, así como la necesidad urgente de documentación frente al olvido, el vandalismo y la destrucción ambiental.
En el capítulo metodológico se presenta con claridad el proceso de documentación. Se explica la aplicación sistemática de variables como ubicación geográfica, altitud sobre el nivel del mar, dimensiones, orientación, y estado de conservación de las rocas. El registro incluye tanto fotografías como dibujos a escala, lo que permite una visualización integral del petroglifo en su contexto físico. Esta metodología, implementada principalmente por Eva Höfle y Peter Leitner, convierte la obra en una fuente documental imprescindible para futuros estudios arqueológicos y patrimoniales.
Uno de los aspectos técnicos del trabajo de Höfle, Szabadics y Leitner fue el uso del resaltado de surcos en los petroglifos mediante tizas, carbón u otros materiales visualmente contrastantes, una práctica común entre las décadas de 1970 y 1990. Esta técnica, entonces ampliamente aceptada, buscaba hacer visibles los trazos grabados en contextos de baja iluminación o sobre superficies erosionadas, facilitando tanto el registro fotográfico como la elaboración de dibujos a escala. No obstante, desde una perspectiva contemporánea, esta metodología es considerada invasiva, ya que puede alterar microdepósitos, generar contaminación visual o inducir interpretaciones erradas de los contornos originales. Hoy en día, los estudios especializados privilegian métodos no intrusivos como la fotogrametría, el escaneo 3D, fotografía nocturna con iluminación rasante y el realce digital por medio de software como DStretch, que permiten conservar la integridad del soporte y obtener un análisis más preciso. Sin embargo, estas limitaciones técnicas no restan valor al esfuerzo pionero de los autores, quienes, con los medios disponibles en su tiempo, lograron construir un inventario sistemático y profundamente valioso. Su trabajo, además de documentar una riqueza arqueológica muchas veces ya desaparecida, ofrece una base indispensable y orientadora para futuras investigaciones más avanzadas.
Uno de los aspectos más singulares del texto es la inclusión de un apartado dedicado a las serpientes más comunes en la zona, que da cuenta del nivel de peligrosidad implicado en el trabajo de campo. Peter Leitner narra en primera persona múltiples episodios vividos en las montañas de la Cordillera de la Costa, incluyendo mordeduras de serpientes venenosas, picaduras de insectos, accidentes y enfermedades tropicales. Estos relatos aportan una dimensión etnográfica, casi testimonial, que subraya el compromiso corporal y existencial de los investigadores con su objeto de estudio.
A partir del capítulo Signos del pasado, la obra despliega el catálogo visual y descriptivo de cientos de rocas con representaciones visuales grabadas. Cada entrada incluye datos descriptivos: medidas, coordenadas, tipo de propiedad del terreno, orientación cardinal y descripción de los grabados. La estructura del inventario por cuencas hidrográficas —Río Tuy, Río Aragua, Quebrada Tamaira, Río Chuao, Río Cepe, Río Maya, Río Limón, entre otras— permite reconstruir los patrones de distribución de los petroglifos en relación con las antiguas rutas de tránsito fluvial y terrestre. De este modo, el catálogo no solo es descriptivo, sino que apunta a una posible interpretación territorial y simbólica de los grabados rupestres.
Las autoras organizan los signos en cuatro categorías: antropomorfos, zoomorfos, asteromorfos y formas variadas (líneas, cruces, espirales, puntos, círculos). Esta clasificación tipológica permite al lector identificar patrones recurrentes y singularidades locales. Llaman particularmente la atención los petroglifos con rostros humanos de expresión definida, las representaciones de batracios de gran tamaño, las concavidades -que podrían haber servido como morteros, cuencos para pigmentos o para crear sonidos-, así como las figuras que evocan -según las autoras- a grafías mesoamericanas, especialmente mayas.
Entre los muchos sectores estudiados, destaca el inventario de la Colonia Tovar, específicamente en el área denominada Potrero Perdido. Allí se documentan al menos 24 petroglifos, algunos de ellos desaparecidos o sustraídos. Este caso permite evidenciar tanto la riqueza arqueológica de la región como su fragilidad frente a la depredación humana. Igualmente importante es la documentación del sitio Piedra de Pinto, en el sector Pie de Cerro, cuya escala monumental y diversidad iconográfica lo convierten en uno de los petroglifos más relevantes del centro-norte del país.
En el apartado Memorias, Francisco Höfle ofrece una reflexión sobre el valor simbólico, histórico y geográfico de los petroglifos. El autor enlaza sus observaciones de campo con lecturas geopolíticas, proponiendo que muchas de estas marcas rupestres pudieron haber servido como señales de ruta para los antiguos navegantes que se desplazaban a lo largo de los sistemas hidrográficos del país. Con una mirada crítica, Leitner cuestiona la noción de "hombre primitivo" y defiende una interpretación que reconoce la sofisticación técnica, estética y territorial de las sociedades prehispánicas. Su visión integra conocimientos de cartografía, hidrografía, historia y arqueología, lo que enriquece significativamente el enfoque del libro.
En cuanto a las autoras, Eva Höfle Szabo, nacida en Hungría y radicada en Venezuela desde 1957, ha sido una figura clave en el reconocimiento empírico del arte rupestre venezolano. Sin formación académica formal en arqueología, su trabajo de décadas junto a destacados investigadores como Miklos Szabadics, José María Cruxent y Emiro Durán la posiciona en el conocimiento de campo. Sus aportes no solo se limitan al registro, sino también a la edición y documentación gráfica, como lo demuestra su participación en el libro Arqueología de la Prehistoria de Venezuela de Miklos Szabadics Roka. Höfle ha sido conferencista y divulgadora del arte rupestre en múltiples espacios académicos.
Jenny Szabadics, nacida en Maracay, es antropóloga (UCV, 2004) con mención en arqueología y diseñadora gráfica. Ha participado en salidas de campo con instituciones como la Fundación La Salle, el Instituto del Patrimonio Cultural y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Su formación académica y experiencia en el registro gráfico de petroglifos fortalecen la calidad visual y analítica de la publicación. Se ha desempeñado como docente en la UNEFM y actualmente trabaja como arqueóloga y es estudiante de primer año de una maestría en Gestión de Recursos Culturales en la Universidad Estatal de Adams en Alamosa, Colorado.
La obra incorpora además una importante colaboración de Peter Leitner, quien no solo aporta un volumen significativo de fotografías y dibujos, sino también su experiencia personal en la identificación de sitios, el trato con informantes locales y la exploración de terrenos de alta peligrosidad. Su contribución le otorga al texto un carácter vivencial que rara vez se encuentra en publicaciones académicas.
En síntesis, Signos del pasado constituye un hito en los estudios sobre arte rupestre en Venezuela. Su valor radica no solo en el alcance cuantitativo del inventario —más de ochocientas rocas registradas—, sino también en la minuciosidad metodológica, la sensibilidad etnográfica y el compromiso sostenido de sus autores con la preservación de un patrimonio cultural ancestral que aún espera su pleno reconocimiento. La obra resulta fundamental para arqueólogos, antropólogos, historiadores, gestores del patrimonio y comunidades locales interesadas en resignificar su herencia territorial y simbólica.
Referencia
Höfle, Eva y Jenny Szabadics. 2024. Signos del pasado. Petroglifos. Centro y Nord Oeste de Venezuela. Falcón: Fondo Editorial UNEFM. Disponible en: https://www.unefm.net/editorial/admin/img/subidos/publi_url_docu/572e9d00d83b40e4f6ca_Signosdelpasado.pdf
Tacarigua Rupestre, espacio para la discusión teórica del arte rupestre de las tierras bajas del norte de Suramérica. Visita y suscríbete a nuestro canal de YouTube https://www.youtube.com/@Barutaima
Exelente escrito. Completo y educativo para los especialistas y los que amamos y aprendemos del arte rupestre.👏🌲🧗⛰️🇻🇪🇻🇪🇻🇪
ResponderEliminarMuchas gracias. Valoramos su interés. Seguimos...
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