Sobre la práctica de humedecer petroglifos para fotografiarlos

En la documentación del arte rupestre, especialmente en el caso de los petroglifos, es común que investigadores, fotógrafos, excursionistas y entusiastas recurran a la técnica de humedecer la superficie rocosa para hacer más visibles las representaciones visuales grabadas. Sin embargo, esta práctica, aunque efectiva en el corto plazo, puede ser perjudicial para la conservación de estos vestigios culturales, especialmente en regiones tropicales donde la exposición al sol es intensa.

"Piedra de La Diosa". SAR Piedra Pintada, edo. Carabobo, Venezuela. Imagen cortesía del Grupo de Extensión e Investigación KUPAI UCV, diciembre 2024.

Las figuras grabadas sobre soportes rocosos se vienen degradando por procesos naturales a lo largo de siglos, en algunos casos milenios. La meteorización química y física avanza inexorablemente. Los factores antrópicos pueden acelerar la. Cuando se aplica agua a la superficie de la roca se genera un enfriamiento inmediato y, si está expuesta al sol tropical, la evaporación rápida provoca cambios bruscos en la temperatura del material. Este ciclo de humectación y secado puede ocasionar estrés térmico, induciendo microfracturas en la roca que con el tiempo pueden debilitar su estructura. La constante contracción y expansión puede acelerar la exfoliación de la superficie, desprendiendo capas donde se encuentran los grabados.

Petroglifo del SAR Guayabal. Fuente: Fabiana Palencia, 28 de mayo 2022.

Otro problema significativo es la proliferación de microorganismos como algas, líquenes y bacterias, que pueden colonizar la roca favorecidos por la humedad residual. En este caso se degrada el soporte, cubriéndose las imágenes con una pátina biológica difícil de remover sin causar daños adicionales. En algunos casos, dependiendo de la composición química del soporte pétreo, el agua también puede disolver sales y minerales, facilitando procesos de meteorización química que comprometen la estabilidad de la roca.

Planteamos entonces que la alteración térmica de las rocas puede inducir fracturas significativas en los petroglifos. Véase que esta técnica ha sido utilizada incluso en la minería y en la talla de piedra desde tiempos antiguos. Se ha observado que al calentar una roca y luego agregarle agua fría, el enfriamiento brusco genera tensiones internas que pueden provocar la fractura del material. Este proceso, conocido como "fracturación térmica", es ampliamente documentado en estudios geológicos y ha sido usado como una técnica de explotación de roca en distintas partes del mundo. Por ejemplo, entre los métodos empleados para el corte de granito está el sistema de "lanza térmica", consistente en lanzar

...ondas de choque térmico generadas por la combustión [...] conducidas al exterior por una tobera a unas velocidades supersónicas, produciéndose el proceso de calentamiento, que posterior e inmediatamente es enfriado por la salida del agua o vapor procedente de la evaporación y por los gases de escape, para producir, por un fuerte contraste térmico, la fracturación y la expulsión de los componentes del granito en granos diferenciales en forma de decrepitación (Herrera Herbert, 2018, p. 78).

Incluso, se ha planteado el uso del fuego para el quiebre en distintos yacimientos del Sauveterriense francés, datado del IX al V milenio a.C. (Soto et al., 2019). Así pues, cuando los investigadores o visitantes aplican agua sobre petroglifos expuestos al calor del sol, se produce un efecto similar, aunque a menor escala, que con el tiempo puede generar la fragmentación del soporte pétreo y el deterioro o pérdida irreversible de los grabados.

Representación del SAR Piedra Pintada, edo. Carabobo, Venezuela. Imagen cortesía del Grupo de Extensión e Investigación KUPAI UCV, diciembre de 2024.

Especialistas en conservación del arte rupestre han advertido sobre los riesgos de estas prácticas. En la década de 1980, el conservador chileno Patricio Moreno (1985, pp. 351-352) declaró que mojar con agua las pictografías - traspolable en parte al caso de los petroglifos - genera "alteraciones que se manifiestan posteriormente en eflorescencias salinas, descascaramiento del soporte y pérdida de adherencia de los pigmentos" (véase también Taboada Téllez y Strecker, 1996). Asimismo, Bednarik (1990), aunque no refiere explícitamente la técnica de humedecer los soportes, afirma que 

A menos que el investigador pueda asegurar que la sustancia que esté siendo aplicada a la superficie de la roca, y que las reacciones geoquímicas de pequeña escala que ella produzca, sean completamente compatibles con todos los métodos que los investigadores de los siglos proximos usarán para evaluar el arte rupestre, no se debería permitir que ninguna sustancia de ninguna clase se ponga en contacto con el arte rupestre (Bednarik, 2001 [1990], párr. 5)

Para evitar el impacto negativo de la aplicación de agua en los petroglifos, es recomendable adoptar técnicas menos invasivas de documentación. La fotografía es lo más recomendable, procurando un buen ángulo y luz. La fotografía nocturna con iluminación rasante es la más recomendable, permitiendo capturar los relieves sin necesidad de alterar la superficie. Actualmente se practican técnicas más sofisticadas, como la fotogrametría y el escaneo 3D, herramientas eficaces que registran con alta precisión los grabados sin necesidad de contacto físico con la roca. Asimismo, el procesamiento digital de imágenes con métodos como DStretch, permite realzar contrastes y mejorar la visibilidad de los petroglifos sin afectar su integridad física.

Si bien la aplicación de agua ha sido una estrategia común en la documentación del arte rupestre, su impacto en la conservación de los petroglifos debe considerarse cuidadosamente, especialmente en zonas tropicales donde las condiciones climáticas pueden acelerar su degradación.

La adopción de métodos no invasivos es fundamental para garantizar que estos vestigios del pasado sigan siendo accesibles para las futuras generaciones sin comprometer su estabilidad y longevidad. Esto es un compromiso de todos, incluyendo investigadores, amantes, estudiosos y visitantes furtivos en general.

Referencias

Bednarik, Robert (2001) [1990]. Sobre la práctica de tizar y resaltar petroglifosEn Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/tizado2.html 

Herrera Herbert, J. (2018). Canteras de roca ornamental. Técnicas y sistemas de extracción. Madrid: Universidad Politécnica de Madrid. https://oa.upm.es/70229/1/CANTERAS_DE_ROCA_ ORNAMENTAL_LM1B3T3_R0-20181105.pdf

Moreno, Patricio (1985). El sitio-tipo Pintados y los problemas de conservación del arte rupestre del Norte de Chile: SOS a UNESCO. En Estudios en arte rupestre, Museo chileno de Arte Precolombino, primeras jornadas de arte y arqueologia (pp. 349-353).

Soto, Adriana, Domingo, Rafael, García-Simón, Luis Miguel, y Montes, Lourdes (2019). Nuevos datos sobre la transición Pleistoceno/Holoceno en el noreste de la península ibérica: el Sauveterriense de Peña-14 (Biel, Zaragoza) Trabajos de Prehistoria, 76(1), 29-47.

Taboada Téllez, Freddy y Strecker, Matthias (1996). Protección y conservación del arte rupestre: una visión comparativa entre algunos países del Viejo y Nuevo Mundo. Chungará, 33-45.

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